Descripción
Crema protectora solar para el cuerpo. Su textura ligera, no grasa y resistente al agua proporciona una sensación de placer que se renueva con cada aplicación.
Modo de empleo
Antes de la exposición, aplicar una dosis generosa y homogénea para cubrir bien la zona expuesta al sol. Renovar la aplicación frecuentemente, sobre todo después de sudar, bañarse o secarse. Incluso con una buena protección se debe reducir la exposición al máximo. No exponer a bebés y niños pequeños directamente al sol.
Composición
AQUA (WATER,EAU) - DIETHYLAMINO HYDROXYBENZOYL HEXYL BENZOATE - ETHYLHEXYL METHOXYCINNAMATE - DICAPRYLYL CARBONATE - ETHYLHEXYL TRIAZONE - ISODECYL NEOPENTANOATE - ETHYLHEXYL SALICYLATE - BIS-ETHYLHEXYLOXYPHENOL METHOXYPHENYL TRIAZINE - NYLON-12 - GLYCERIN - TRIACONTANYL PVP - C20-22 ALKYL PHOSPHATE - C20-22 ALCOHOLS - DIMETHICONE - BUTYLENE GLYCOL - PHENOXYETHANOL - DECYL GLUCOSIDE - GLUCOSE - XANTHAN GUM - CHLORPHENESIN - HYDROGENATED POLYDECENE - o-CYMEN-5-OL - TOCOPHERYL ACETATE - SODIUM HYDROXIDE - TREHALOSE - PROPYLENE GLYCOL - ASCORBYL TETRAISOPALMITATE - BHT – CI 75470 (CARMINE) - CITRIC ACID - TOCOPHEROL - SODIUM CITRATE - POLYQUATERNIUM-51.
Consejo Farmacéutico
Para que la fotoprotección sea efectiva, recuerda que hay que aplicarla en cantidad suficiente, extenderla de manera homogénea y reaplicarla cada 2 horas, tras el baño o haber sudado. Junto al uso de la fotoprotección tópica, utiliza métodos de protección complementarios: accesorios como sombreros de ala, gafas de sol y ropa adecuada. Refuerza el cuidado de la piel con fotoprotección oral (en forma de complemento alimenticio) junto a una dieta equilibrada. Evita la exposición durante las horas centrales del día (entre las 12:00 y las 16:00). No expongas a los bebés y niños pequeños a la luz solar directa. La sobreexposición produce daño oxidativo, es causa de fotoenvejecimiento y favorece la aparición de enfermedades en la piel. No olvides aplicar tanto en tu rostro como en tu cuerpo aftersun para que tu piel mantenga los antioxidantes y la hidratación diaria necesaria.
Revisa periódicamente la aparición o cambios en los lunares (de forma, tamaño o color). Si tomas medicamentos fotosensibilizantes o tienes alguna patología cutánea, el seguimiento de estas recomendaciones es especialmente importante. En todo caso, si tras la exposición solar te aparecen ampollas, fiebre o dolor de cabeza, consulta con tu médico.