Agitar antes de usar.
Si se trata de un protector facial, aplicar uniformemente la cantidad de dos dedos sobre la piel limpia del rostro, cuello y escote, 30 minutos antes de la exposición solar.
Si se trata de un protector corporal, aplicar sobre la piel del cuerpo limpia y seca media hora antes de la exposición al sol para garantizar su máxima eficacia.
Evitar cualquier contacto con los ojos.
Masajear hasta su completa absorción.
Para mantener la protección, repetir cada 2 horas o después de cada baño, sudar o secarse.
Recuerda que las características de la piel de los niños son diferentes a las de los adultos, por lo que es importante aplicar a los pequeños de la casa una protección solar específica. Lo más recomendable es que siempre usen protección solar muy alta, con SPF50 y especial para usos pediátricos.
Asegúrate de que los niños reciben el sol de forma indirecta en la medida de lo posible, evita las horas de mayor radiación (entre las 12:00 y las 16:00) y usa siempre otros accesorios protectores como gorro, gafas de sol y ropa apropiada. Los bebés menores de 6 meses no deberían exponerse al sol directamente en ninguna circunstancia.
Asimismo, incluso en los casos en los que los niños estén principalmente a la sombra, es imprescindible aplicarles protectores solares infantiles. Además, recuerda que también existe protección solar especial para el uso deportivo y acuático. En estos casos recurre a formatos especiales para piel mojada.
